La noticia noticiosa de estos días, tan arrebatadora como el ya famoso Gustav, llega de la prensa rosa, del morbo del cotilleo y del cuestionamiento de los sucesos en torno a las esferas de personas destacadas. Y es que ayer se habría el debate sobre si es o no es relevante el que una candidata a la vicepresidencia tenga un nieto, nieta o niete de una hija que no ha contraido matrimonio. El tema era abierto gracias a la mencionada Saran Palin:
- republicana
- conservadora
- defensora pro-vida
- antiabortista
- a favor de la tenencia de armas
- devota cristiana evangelista o protestante, no lo sé
- ex-modelo
- gobernadora del estado de Alaska
- madre de un montón de hijos
- madre de un niño con síndrome de Down
- ¡¡¡madre de hija soltera!!!
Todos estas características de este personaje son ya del todo conocidas por aquel que no haya querido ser informado. Debido en parte a su reciente elección como candidata y a la noticia objeto de debate.
Ayer en un programa de radio se lanzaba la pregunta a los oyentes, respondiendo la mayoría de ellos que no suelen estar interesados en los pormenores de los famosos, y que toda la parafernaria habitual del pasteleo rosa era signo de una muy básica gama de valores humanos.
Pero ¿cuantos millones de euros se mueven anualmente en la venta de este tipo de producto?¿cual es la regla de medir el precio de las exclusivas o quien establece los llamados cachés?
Señores es obvio que la prensa rosa vende, y la gente la compra, y por lo tanto interesa a nivel general. Negarlo sólo es posible circunscribiéndose a determinados sectores de población, porque la negativa generalizada es una hipocresía.
Pero este no es el caso que nos ocupa. Aquí no se ha vendido ninguna exclusiva. La gobernadora no ha ganado ningún dinero. Ahora bien, sí ha obtenido un beneficio, que es el mismo que han obtenido tantos otros famosos desvelando secretos en un momento dado. Y ahora recuerdo por ejemplo, aquel caso en el que Alejandro Sanz reconocía tener una hija secreta, antes de que la noticia saltase a la ambigüedad y la especulación.
A mi entender, esto se da porque estas personas quieren guardar una imagen, una reputación, que por supuesto han de ir en consonancia con unos valores. Valores que la sociedad tiene asimilados bajo unos cánones y que para los seres mortales son difíciles de guardar. Por eso existe el arrepentimiento, y la confesión.
Y es que todo esto no se trata más que de una confesión, con la cual el confesado está expresando subliminalmente aquello que dijo un gran sabio: «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra». Y a continuación se espera el perdón.
Así que, tal vez el verdadero fondo de toda la cuestión esté en la disyuntiva de hasta qué punto la sociedad tiene en cuenta los errores de los personajes públicos o sus entornos, para seguir teniendo en cuenta los valores que quieren representar, y obviando los que no son oportunos.
A grandes rasgos todo esto no es más que marketing e imagen, algo que en definitiva no va a solucionar ningún gran problema. Pero también se trata de la valoración de los modelos a seguir y el rechazo de los negativos. El hombre siempre fue un animal que evolucionó y aprendió por imitación, y ese contagio puede ser para bien o para mal.
En este caso la noticia de que su hija esta embarazada sin estar casada es importante, ya que la mencionada política es ultraconservadora y seguro que a los que la escuchan les intenta inculcar otra forma de vivir. Cuando ni siquiera ha sido capaz de guiar a su hija.
Personalmente, no veo ni presencia ni ausencia de valores en que una menor se quede embarazada… tan sólo veo presencia de sexo y ausencia de preservativos.
Y ahora me explico, que pudiera parecer que estoy frivolizando sobre un tema grave y que afecta a muchas personas: el tener o no relaciones sexuales en según qué circunstancias entra dentro de la ética, pero una vez que se decide tenerlas, usar métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados y/o (en el caso del preservativo) para evitar enfermedades no es una cuestión de ética, sino de sentido común.
El problema que se le plantea a una madre en cuyos esquemas morales no entra que su hijo/a tenga relaciones sexuales bajo determinadas circunstancias (léase, por ejemplo, fuera del matrimonio o fuera de una relación estable) es, en ese caso, parecido al que se le plantearía si no desease que su hijo montase en moto: ¿debería en ese caso comprarle un casco?. Mi opinión es que, en estos casos, el sentido común debe estar por encima de la ética personal, un «hija (o hijo), no me gusta que hagas tal o cual cosa, pero si decides hacerlo, aquí tienes esto para protegerte» tal vez sería la opción más correcta.
PD: tal vez me he desviado un poco del tema que has propuesto, posiblemente tu idea era plantear si los valores que los políticos aplican en su vida privada deben tenerse en cuenta. Personalmente pienso que no, que su vida privada es suya… otra cosa serían las ideas que tienen esos mismos políticos acerca de cómo se debe organizar la vida privada de los demás, tema en el que deberían inmiscuirse lo menos posible, pero en el que se meten en más de una ocasión.
Un saludo.
Ciertamente, amigo Curro, no era mi intención de abrir el debate acerca de las relaciones sexuales extramatrimoniales.
Evidentemente, si unas madre las asume o las consiente, tendrá que seguir pensando no obstante en la protección de su hija (en este caso) física y moral. Pero prefiero no seguir entrando en ese tema dentro de este post.
Debes admitir, que si el político no respalda sus ideas y los valores que defiende con sus actos, estará pecando de hipocresía. Y por lo tanto, la sociedad intenta conocer si el individuo que les está pidiendo el voto es un hipócrita o no lo es. Por eso creo, que la vida privada de un político depende de su discurso.
Y pongo un ejemplo, alguien (persona física o jurídica) que dice fabricar y vender el mejor aceite de oliva del mundo (o cualquier otro producto) no queda bien si consume habitualmente otro aceite que no sea el suyo, o desayuna tostadas con mantequilla.
Ves, esto pasa cuando se anda todo el día jodiendo sobre la moral de los demás. En mi opinión creo que lo que hace falta es que la derecha deje guardad en el cajón una de las dos varas de medir que tiene, (preferentemente la que usan para medirnos a los demás)y así seguramente se quitarán de muchos problemas cuando salte a la luz que no son tan perfectos ni tan morales como pretenden ser.
Por otro lado, el asunto me parece frívolo si lo comparamos con otros casos de doble moral, por ejemplo la persecución que la Iglesia Católica Apostólica y Romana hace de cualquiera que no sigue sus doctrinas sexuales y de moralidad personal a los que al parecer nos espera horribles sufrimientos en un infierno que este nuevo Papa ha querido rescatar del guardarropa para ver si mete miedo a alguien, y la permisividad que muestra con aquellos de sus miembros que abusan de niños, violan monjas en África, tienen tratos con organizaciones criminales o simplemente se dedican a encubrir estos delitos.
Creo que el asunto de la hija embarazada de la senadora no es más que un ejemplo muy pequeño de esa doble moral, lo que pasa es que en USA se tiende a magnificar todo lo relacionado con el sexo (ya se sabe la moral puritana de los fundadores de ese país y todo eso)más que nada porque la idea, como aquí, es la de mantener una democracia aparente, basada en la bobaliconería y la anécdota en vez de una democracia real en la que las elecciones supongan un debate serio sobre distintas opciones políticas. Pero claro si eso ocurriera (tanto allí como aquí) insisto, igual nos daba por fijarnos en que no hay diferencias entre las opciones que ofrecen los dos supuestos partidos mayoritarios y que sus diferencias por ejemplo en recetas económicas son más aparentes que reales. Que la gente vote si, pero que lo haga basándose en la perfección dental del candidato a la hora de sonreír y que no jodan preguntando sobre cosas difíciles. Por eso esta campaña electoral es un puro marketing mientras en la puerta de los congresos se detiene a la gente que se manifiesta pacíficamente y a los periodistas que intentan informar de esas manifestaciones. Eso si que es grave que pase en «la cuna de la democracia» y no que una candidata tenga o no tenga una hija embarazada.
como las personas somos todos y guale nadie de ve burlarce ne nadie por que dios noscreo a su imagen semejante
no me interesa estaba buscando otro tema muy disferente esto no sirve ap nada