Dentro de horas, tomará posesión el nuevo presidente del país más poderoso del globo en una multitudinaria ceremonia. Correrán ríos de tinta, más horas de reportajes y emisiones, y miles de publicaciones en blogs, periódicos y otros medios. Obama será, según algunos comentaristas, el que permitirá pronunciar la palabra «negro» sin connotaciones negativas, una especie de gran reconciliador. Todo el mundo habla de sus discursos, entre atrevidos, esperanzadores y novedosos por sus ideas.