Hoy las víctimas del 11M hacen memoria de aquel día. Se celebra además el Día Europeo de las Victimas de Terrorismo. Muchos de ellos buscan todavía la verdad, y muchas asociaciones están aún llevando a cabo investigaciones.
Hoy todavía no se sabe quien fue el autor que planeó los atentados, porque el proceso judicial dejó muchas lagunas sin resolver, y algunas otras nuevas lagunas que se crearon. Se destruyeron pruebas al desmantelar los trenes, otras pruebas se manipularon y algunas líneas de investigación se dejaron a un lado. Algunos sospechosos y condenados eran confidentes de la Policía o la Guardia Civil, o estuvieron a punto de serlo. Algunos hechos relatados tras el día del atentado no eran lógicos. Algunos altos cargos de la Policía ascendieron.
El 11M ha significado un horror en la vida de muchas personas que todavía estarán sufriendo e intranquilas; y una incógnita, una búsqueda de la verdad en la mente de toda la sociedad. Significó una nueva rotura que polarizó opiniones y posturas.
Significó la reentrada del terrorismo en la política, cambiando la forma en que los políticos tratan al terrorismo, y la forma en que los terroristas aprovechan a los políticos. Si hace seis años el atentado fue una tragedia, el proceso judicial, los resultados y la afección de la sociedad en este tiempo no tiene calificativo mucho menor.