Análisis no exhaustivo de la realidad política que arroja el examen de los resultados electorales de los comicios al parlamento europeo 2014 a la luz de la realidad de Fuente Palmera y bajo la óptica de un crítico y autocrítico constructivo.
En primer lugar le doy la enhorabuena a todos los presidentes y vocales de las mesas, y a todos los agentes electorales de todos los partidos, interventores y apoderados (salvo excepciones). Ellos han hecho estas elecciones un acto democrático correcto y sin alteraciones destacables. Destaco también la entrega de los interventores y apoderados del Partido Popular en Fuente Palmera, que hicieron una labor ejemplar, noble y absolutamente gratuita y voluntariosa. Ole por vosotros.
Bases objetivas
- las elecciones las ha ganado la abstención. Un 47% en Fuente Palmera, aunque ha subido ligeramente la participación.
- El partido más votado en Fuente Palmera ha sido el PSOE. Enhorabuena.
- Existe un incremento en la fragmentación del voto tradicionalmente llamado de izquierdas.
- Existe una abstención de castigo de votantes de derechas o de votantes que en alguna ocasión han votado al Partido Popular.
Reflexiones propias
Europa les queda muy lejos a muchos europeos, aunque luego queremos poder ponernos, como continente, a la altura de Estados Unidos. País este último constituido como una república federal democrática, algo a lo que Europa tiende a ser, que no se sabe explicar, y que algunos quieren establecer de fronteras hacia dentro. El anterior fracaso de la llamada constitución europea arrojaba la necesidad de idear Europa de otra forma, y no se ha acometido. Se ha postergado.
En Fuente Palmera, en toda Andalucía, en Extremadura y en Asturias, el PSOE gana las elecciones europeas sin hablar de Europa. No obstante, creo que muy pocos españoles hayan votado hacia un contexto europeo, sino más bien pensando en un panorama político y social nacional muy concreto. Lo cual reafirma mi tesis sobre la necesidad de hacer más cercana la política europea diariamente y lejos de cifras macroeconómicas, y/o de políticas intervencionistas de trazo grueso, si es que pretendemos un proceso de integración económico y político, y quien sabe si más tarde judicial, consonante con el siglo XXI.
Ante la pregunta de porqué el electorado ha votado en clave nacional y no europea caben posibles respuestas:
- el votante desconocedor o indiferente de la política europea usa estas elecciones en clave nacional para mandar un mensaje lo más directo posible a sus actuales gobernantes, que no a sus representantes.
- el votante, a pesar de conocer la política europea y/o la trascendencia de estos comicios, considera más importante la política más cercana, y por lo tanto ejerce su derecho al voto bien no votando, o bien también intentando mandar un mensaje con su voto.
- el votante vota siempre lo mismo en cualquier proceso electoral, conozca o no conozca cualquier circunstancia.
- el votante hace experimentos con las elecciones que menos siente que le afecte.
En cualquier caso, esto era más que predecible. Y ¿que han hecho los partidos políticos? Pues digamos que han hecho sus apuestas.
Con respecto a mi partido, Partido Popular, que ha ganado las elecciones a nivel nacional, pues ha hecho más bien poco, en poco tiempo, y lo poco que ha hecho ha sido con altibajos. Ideó una estrategia electoral basada en el fracaso socialista (el cual es preocupante), para luego decir que el enemigo era la abstención, y precisamente contra la abstención y el desencanto del votante de derechas y/o de centro no ha hecho nada. Ciertos dirigentes acomodados, que no todos están acomodados, intentan vivir de las rentas y de la eterna esperanza que muchos votantes tienen hacia unas siglas que le quedan grandes a cierto grupo de políticos profesionales. Mientras tanto, muchos votantes del PP desean poder votarles de nuevo y hacerlo con orgullo. Orgullo que se desparrama por el suelo cada vez que se es infiel a los principios básicos que conforman el ideario del Partido Popular, que no se defiende o que no se comunica como debiera. O incluso que se deforma para ser políticamente correcto ante la izquierda. La preocupación del PP debe estar en esto. Y mal consuelo es pensar que el PP ha ganado a pesar de gobernar en crisis, o de tomar decisiones impopulares. Los gobiernos del Partido Popular en las diferentes instituciones deben prolongar su línea reformista, que parecen haber dejado en stand-by, precisamente cuando las que faltan pueden ser las más valientes reformas que ningún gobierno de la democracia pueda tomar, y que el intervencionismo acosador está pidiendo a gritos. Es decir, el electorado del PP está dispuesto a reformas, pero a todas, y no sólo económicas.
El PSOE apostó directamente por un discurso llevado al extremo como escapatoria desesperada, con una campaña -como habitualmente hace- larga, cansina y repetitiva, volviendo a sacar al mitin la temática de siempre. Sin novedad. Y el votante de centro izquierda quiere precisamente también novedad en el PSOE. Están aludiendo permanentemente al pasado, pero el cambio generacional que necesita también este partido está más preocupado por el futuro, y el único proyecto de futuro que lleva mucho tiempo propugnando el PSOE es derribar, luchar, destruir… a la derecha. Pero eso no es proyecto ninguno, ni da trabajo ni da de comer. Ese discurso heredado de posiciones más radicales responde a una fogosidad muy temporal, que estará de moda y de éxito tan sólo el tiempo que dura el olor a nuevo de algo recien estrenado.
Dicen que ha perdido el bipartidismo. Yo creo que no, que lo que se está castigando es la profesionalización de la política y el apalancamiento (eso tiene sus connotaciones negativas y positivas), no sólo en dos partidos sino en todos. El ciudadano, el votante, tanto el más informado como el que menos, está en una aptitud crítica. Por eso muchos, que no todos, se identifican con quienes exhiben sus colmillos a los gobernantes, porque ellos quieren hacer lo mismo. En el caso de España, como gobierna la derecha se da una radicalización de izquierdas. En el caso de Francia como gobierna la izquierda se da una radicalización de derechas. Pero esto no es extrapolable a cualquier ámbito, dado que por ejemplo, el apalancamiento político de los gobernantes andaluces no tiene igual. Esto aquí es para que se estudie por Iker Jiménez.
Me paro en el fenómeno 15m del irreverente de Pablo Iglesias con su Podemos. Este caso no puede ser más curioso. Para empezar, es una formación de muy izquierda y antisistema que se presetan con el primer lema de campaña de Obama como nombre de partido (yes we can), llamando a los instintos cuasi animales de su potencial electorado, y dando de comer a ese instinto. Se quiere beneficiar de criticarlo todo para simpatizar con el que sólo se cuestiona un poco, ejerciendo por una parte como un visionario que quiere abrir los ojos a todo el mundo, a los cuales llama ciegos. Y por otra parte quiere presentarse como la solución a todos los males precisamente por presumir de criticarlo todo. Es decir, quiere decir ser un espíritu libre, independiente y fiable; algo muy conocido en Fuente Palmera. Esta formación sólo tiene dos alternativas: o bien cambiará sus ideas haciéndolas más lights o acordes para intentar engullir o coligarse a otras formaciones de ideología similar; o bien las posiciones que defienda sólo estarán basadas en diferenciarse de los demás y en mantener la equisdistancia. Visto que IU ya le ha tendido la mano, porque le ha cedido votos, y que IU está teniendo un cierto desgaste en el gobierno andaluz, me inclino por la primera opción. Me parece también curioso el nombre, Pablo Iglesias, fundador del PSOE, y que su logotipo en las papeletas fuese su propio retrato. Esto recuerda a la estrategia inicial de UPyD, un partido crítico personalista sin propuestas que quiere ser identificado como la verdadera izquierda que el PSOE ha viciado.
Personalmente tengo el reparo ante los resultados de estas elecciones, porque pueden dar la impresión de que se premia mucho más el extremismo que la mesura. Por eso, aunque haya ganado mi partido, no me gustan estos resultados. No obstante, atribuyo parte de ese resultado extremista al criterio experimentador y crítico, que creo y espero no tendrá lugar cuando el «parlamento» a elegir sea más cercano y las políticas más conocidas. Invito a los políticos de carrera, de nómina, principalmente a los del Partido Popular, al menos a escuchar, para luego tomar decisiones dentro de los partidos y de las instituciones donde ostentan nuestra representación, de sus bases correspondientes.
No sé si es todo lo que tenía que decir, pero lo que falte lo diré, aquí o en el foro oportuno.
Reflexivo análisis sobre las elecciones europeas 2014,
No está mal el análisis. También es lúcida u autocrítica. En lo demás comparto algunas cosas pero el «sistemático desprecio» hacia Podemos, que han repeetido todos, de momento no puedo compartilo. Hay de conceder el beneficio de la duda a quienes se atreven a iniciar un camino luchando contra «molinos de viento»
El beneficio de la duda se puede conceder cuando hay alguna duda. Lo que todos repiten, no es que estén repitiendo, es que llegan a la misma conclusión.
Bohemia, no todos los poledticos son iguales. No ves alnuga diferencia entre Mareda Teresa Ferne1ndez de la Vega y Ana Botella? Tanto en el fondo como en la forma. Posturas como la tuya son un tanto superficiales, cf3modas y peligrosas. Son un vivero de donde se han alimentado todos los fascismos. Hay que ser credticos con los poledticos porque dejan mucho que desear. Pero la democracia, aunque muy imperfecta, es el menos malo de los regedmenes conocidos.Un abrazo