A.A.: «A las más altas instituciones del Estado español«
Lo que tenemos:
Listas bloqueadas y cerradas confeccionadas por las élites de los partidos.
Los candidatos sólo responden ante quienes les colocan y no ante los ciudadanos.
Políticos profesionales vitalicios.
Injusto reparto de escaños que concede una desmesurada influencia a los partidos nacionalistas/ separatistas.
Abismal lejanía entre los políticos y los ciudadanos.
Total impunidad de los políticos ante los incumplimientos de las promesas o programas electorales.
Lo que pedimos:
Un cambio profundo en el sistema de representación que propicie una mayor libertad del individuo a la hora de elegir a sus representantes.
Que quien aspire a un cargo político demuestre una independencia económica previa, producto de su esfuerzo personal, que acredite su voluntad de anteponer el interés general al suyo personal.
Limitación de los mandatos: que nadie pueda estar más de 8 años ostentando un cargo político.
Mayor cercanía de los políticos a los ciudadanos para la mejor recepción de las demandas y necesidades de los individuos.
Exigencia de responsabilidad a los políticos por parte de sus electorales ante los incumplimientos de las promesas y programas electorales.
Lo que debiera ser una democracia se ha convertido en una partitocracia corrupta, que roba a los ciudadanos la soberanía que les corresponde, mantenida por una oligarquía política, institucional, financiera, empresarial y mediática, dejando fuera a la inmensa mayoría de ciudadanos, eliminando así su libertad. Y, si no hay libertad, no hay democracia.
Manifiesto de Córdoba, adhiérete.
www.cordobesesporlalibertad.org
Estoy de acuerdo completamente en el breve análisis sobre lo que tenemos en política (aunque tal vez tengamos lo que nos merecemos), pero hay un párrafo en las peticiones en el que no puedo sino estar completamente en contra, y es este:
«Que quien aspire a un cargo político demuestre una independencia económica previa, producto de su esfuerzo personal, que acredite su voluntad de anteponer el interés general al suyo personal»
Y bien, me hago varias preguntas, a saber:
¿Qué se pretende evitar con eso? pudiera pensarse que así se evita que los políticos se lucren de forma legal o ilegal, pero no creo que así ocurriera: los faraones tenían independencia económica de sobra y seguían atesorando, robando y llevándose las riquezas de su pueblo incluso hasta la tumba.
¿Qué se consigue con eso? Una de las consecuencias sería que sólo pudiera dedicarse a la política personas que han demostrado que pueden enriquecerse en otros ámbitos ¿no podrían hacerlo también en éste?(¡Ojo!, no digo que lo hiciera necesariamente: personas decentes e indecentes las hay en todos lados y en todos los estratos económicos). Otra consecuencia sería excluir de la política a un alto número de personas.
Por último, voy a ponerte un ejemplo: imagina que se dedica a la política una persona de la SGAE, cuya independencia económica esté demostrada, ¿sería impensable que intentase aumentar el canon digital? Si se aplica ese ejemplo a cualquier otro sector, o a cualquier actividad, deja de tener validez el argumento de que dichas personas buscarían necesariamente el bien común por encima del personal o del de su propio sector, empresa o actividad.
Un saludo.
Bueno entiendo tu explicación y tu postura. Pero mi forma de entender ese apartado del manifiesto es distinta a la que pareces asumir.
Yo entiendo que cuando menciona independencia económica, se refiere precisamente a que sus intereses políticos no sean convergentes a sus fines económicos.
Independencia económica no es sinónimo de solvencia económica. Es decir, según ese supuesto y la forma en que lo interpreto, no habría que ser millonario para ser político y honesto.
En definitiva, yo creo que este punto estaría dirigido para todos aquellos políticos para los que no se les conoce otro medio de vida, y su medio de vida es la política, para lo cual sus únicos conocimientos es ser «agradables» para mantenerse en el puesto.
Tendrían que demostrar previamente que la política no sería único medio de manutención, pues eso daría un concepto opuesto al caracter servicial del político.
Por otro lado es obvio que cualquier trabajo intelectual sea convenientemente remunerado, pero un trabajador o un empresario no tienen nunca que el sueldo que desearían tener. ¿Porque los cargos políticos se ponen el sueldo que quieren ellos mismos a cargo del erario público?
Creo que, ya que somos los votantes quienes eligen sus representantes, también esos mismos votantes deberían ponerles los sueldos. Verías como entonces no querría hacer carrera política cualquiera.
Gracias por tu comentario.
Queridos amigos:
Vuestras apreciaciones son muy acertadas, y razonables. El sentido del parágrafo en cuestión viene a establecer un cierto carácter ‘altruista’ que debe presidir el comportamiento del político. Esto es, una vez colmado en su esfera privada, tiene algo que aportar a la sociedad, fruto de su aprendizaje vital exitoso.
Ello no implica excluir de la vida política a quienes provengan de familias humildes. Tenemos el ejemplo de Barak Obama en USA (un hombre humilde hecho a sí mismo). Se trata en definitiva de evitar la proliferación de ‘pepiños’, por poner un nombre que todos conocemos.
Es mi humilde opinión.
Saludos.