El surgimiento de una cepa de gripe en México, la ya declarada tardanza intencionada en informar, y la aparente inminencia de una propagación masiva por contagio han hecho un boom muy fuerte en todos los informativos, y han dejado muy clara la poca profesionalidad informativa de todos los medios en cuanto a sanidad y ciencia se refiere.
Los periodistas, los programas, los periódicos y las televisiones están permanentemente preparados para informar acerca de
- actualidad -dícese prensa rosa-
- determinados eventos deportivos -fútbol, tenis, motor y poco más-
- política -sobretodo para informar de los logros del socialismo–
Pero hete aquí que tienen que informar, de vez en cuando, de temas más trascendentes, en este caso medicina, sanidad y genética. Y como no he escuchado ningún periodista que esté bien formado para hablar de estos temas, encontramos muchas declaraciones contradictorias y alejadas de la realidad, herederas de las máximas periodísticas: la primicia, el rigor a toda costa y la audiencia.
Que si el virus es inteligente, que si primero es peligroso, que si luego sólo es una gripe común, que si el primer infectado se ha curado, que si ha causado tantos muertos, que si lo comparamos con enfermedades vegetales…
Muchas de esas afirmaciones son medio verdad, pero sobretodo son confusas. A todos les gusta usar tecnicismos en los titulares, conceptos propios de la noticia, palabrejos que denoten altura, aunque su significado no cuaje en la frase, y así deforman lo que intentan decir, y más aún el significado de la palabra en cuestión. Es como un síndrome, el síndrome del informador protagonista.
Tanto es así, que siendo la fuente de información la misma y la noticia tan poco dada a interpretación subjetiva, que atendiendo a dos medios distintos, bien podría parecer que no están igual de documentados. Y esto ocurre también porque el documentarse es a veces también algo accesorio. Basta con rebotar la noticia de tu vecino poniendo un ingrediente nuevo, y por medio de la reputación del informador, hacer que parezca una noticia seria y elaborada.
Tan sólo un ejercicio práctico: ¿Cuantos periodistas puede nombrar? ¿Cual es el periodista deportivo que más le gusta? ¿Puede enumerar algunos programas del corazón? ¿Cual es el periodista científico que más confianza le causa?
MORALEJA ¿Quien sabe qué pensar de la pandemia de la gripe porcina con este panorama informativo? El gremio de la información se ha especializado más bien poco.