Acabo de terminar de leerme un libro de historia de España, sobre un periodo poco difundido y poco conocido por mí, y sobre el que a veces se escuchan cualidades maravillosas, una época en todos los aspectos floreciente.
Su autor, Stanley G. Payne, nos relata El Colapso de la II República y los oríguenes de la Guerra Civil, desde una óptica del panorama político y económico a nivel nacional e internacional. Aún estoy leyendome el capítulo de conclusiones finales, donde el autor vierte establece una serie de relaciones entre hechos, y establece cuales fueron los puntos críticos que desarrollaron la cadena de acontecimientos hacia la guerra. Pero en general el libro es bastante revelador, y al mismo tiempo, evoca especialmente un entendimiento de la políticas actuales de los distintos partidos actuales, tanto nacionales como regionales (los mal llamados nacionalistas), y de los sindicatos.
Se centra en los distintos bienios de los gobiernos de la República, nombrando citas, actas, diarios personales publicados más tarde… empezando desde la caída de la anterior Monarquía, terminando en las fechas del asesinato de Calvo Sotelo y el levantamiento. Y he de decir que las primeras 50 o 100 páginas parecían desordenadas y casi aburridas, cual otro libro de historia, o un libro de texto. Pero llega un momento en que el libro se lee casi sólo.
Por todo eso recomiendo este libro. Y también por lo poco que se habla de aquella política de la República, en contraposición de los documentales diarios en Canal Sur (TeleChaves) y en Canal Sur 2 (Canal Guerra Civil). Es obvio que la Guerra Civil y la Dictaduda merecen un mayor estudio que la República, por su diferencia de extensión en el tiempo, pero no hasta el punto de menospreciar lo que fueron los años previos a la guerra, y por lo tanto, los desatadores de ésta.
La lectura de este libro, me ha proporcionado un concepto nuevo de «Memoria Histórica», y del actual afán de recuperación a modo de justicia por cuentas pendientes. Cuanto más atrás se busque en el tiempo, más cuentas pendientes habrá que reclamar en nombre de la memoria. España, al igual que Europa entera, no ha tenido una historia para ser contada en cuentos para antes de dormir.
Citando al autor de este libro, «Los republicanos perdieron la guerra, sí, pero ganaron la batalla de la propaganda», propaganda que se sigue retroalimentando hoy día.
Lectura recomendada 2,