Se han celebrado los Goya (felicidades Alfredo Landa), se han repartido esos premios, ha habido sorpresas y premio revelación… pero no es de nada de esto de lo que quiero hablar en este post.
La radio y televisión, los locutores de radio, los autores de obras… todos recomiendan la lectura, la cultura, el conocimiento. Pocos de ellos son los que recuerdan sus clases de primaria, cuando les enseñaron los ordinales, porque hay que ver lo feo que queda decir eso de la veintidos edición, con lo elegante que suena decir la vigésima segunda edición.
Décima, vigésima, trigésima, cuadragésimo, quincuagésimo… ni uno les suena a esos que se dedican al uso decoroso de la palabra. Lo que es ya el colmo es utilizar la denominación de los quebrados para denotar orden; ejemplo ‘la veintidosava edición’. La expresión casi exhala ingenuidad.