Ya se sabía que la desaceleración terminaría convirtiéndose en crisis, lo acaba de aclarar el Ministro de Economía Solbes. Ahora queda averiguar, si Zapatero tendrá que aprender a pronunciar RECESIÓN, como el resultado de varios trimestres sucesivos de crecimiento 0, y aumento de la inflación.
Es obvio que el optimismo al que hace llamamiento el Gobierno de España persigue el mantener la moral del aparato económico-productivo. Todos esperamos que la crisis no se prolongue. Pero nunca fue mala la aptitud previsora de la hormiga, y sí lo fue la poca preocupación de la cigarra.
Sí, la recesión, poco a poco, se está convirtiendo en crisis. Pero no de la construcción, sino fianciera. Pues Fadesa tiene que suspender pagos porque no vende pisos, y no los vende porque ya casi no se conceden hipotecas (que no han dejado de solicitarse) y, para colmo, entidades que le han prestado 5.000 millones ahora se niegan a renegociar la deuda a una entidad con 10.000 millones en activos.
¿Fadesa es una empresa no viable? lo dudo ¿saldrá de esta? también tengo mis dudas.
Yo me permito opinar sobre lo poco que se está hablando de la responsabilidad de los empresarios en esta crisis. No se puede pretender que la culpa sea del gobierno por no bajar los impuestos a las grandes fortunas, ni de la clase media por contratar hipotecas contra el euríbor. El gobierno relajará los impuestos, y ordenará inyectar liquidez en las relaciones entre los bancos para detener una parálisis financiera a la manera de la que se sufre en los EEUU, pero es misión de los empresarios, primero, no caer en el pesimismo y, después descubrir qué formas de negocio van a dar dinero de aquí en adelante, cuando lo inmobiliario ya no lo da.