A pesar de que Google necesita de contenidos creados por terceros para funcionar, su labor puede ser considerada como la de un bibliotecario. Puede ser considerado un parásito, pues no crea nada, pero gestiona un gran índice.

Un cantautor, con el ánimo de darse a conocer, publica sus canciones en un portal gratuito de Internet; sus amigos, y la gente que le gusta su estilo, lo escuchan. Esto mismo lo hacen cientos de miles de pequeños compositores. Y así el portal gratuito obtiene unos grandes beneficios. ¿Debe este portal repartir esos beneficios con los que han hecho posible que lo obtenga?

¿Debemos dejar que Google siga robando contenidos de la red? Las grandes empresas de información, periódicos, portales de noticias, portales de televisión … pueden en cualquier momento evitar que el rastreador de Google pase por sus contenidos, incluso pueden luego abrir un litigio contra Google. Pero ¿pueden hacerlo tantísimos bloggeros creadores de contenido que publican en internet?

Los videos de Google, Youtube, están monopolizando la red. Igualmente, el buscador de Google maneja mucho contenido que indexa, y del que se sirve para obtener grandes beneficios. Google es un mero intermediario entre los creadores de contenido y los visitantes a esos contenidos.