El protagonista de la noticia de la dimisión de Rafael Velasco no ha sido él.
La repentina marcha del parlamento andaluz y de la secretaría del partido de nuestra comunidad autónoma, del que parecía haber ascendido vertiginosamente para, en un momento dado suceder a algún histórico socialista que se jubilase cobrando, o para liderar una fresca coalición nueva de socialismo lejana de los cementerios de elefantes, ha dejado muchos planes trastocados.
La noticia culmen que ha generado la precipitosa dimisión, ha sido -como no podría haber sido en esta sociedad dependiente de subvenciones y en este socialismo gobernante mediante talonario- por una cuantiosa cantidad de dinero que sale de las arcas públicas en condiciones poco justificadas, pues se dan una serie de hechos a los cuales el resto de los mortales no estamos acostumbrados:
- una subvención para empresas con experiencia concedida a una empresa recién constituida
- la coincidencia de la constitución de la empresa con la finalización del plazo de presentación de solicitudes
- la evidente rapidez de resolución favorable del expediente de subvención
- la desproporcionada cuantía subvencionada en comparación con el número de trabajadores
- la relación tan directa de esta empresa con un alto dirigente socialista
Posterior a la dimisión de Velasco, se han conocido nuevos datos, cada uno más sorprendente que el anterior. Y también antes de esos datos ha habido análisis de la situación en que queda la débil estructura de Griñán, quinielas sucesorias …No obstante Rafael Velasco ya había sido nombrado en algunos casos investigados por la Policía.
Por supuesto que es necesaria una investigación para aclarar que ha pasado exactamente. Pero no sólo para depurar responsabilidades, que seguro que no se depuran ninguna, sino también para que este tipo de malacostumbrados privilegios no se repitan, y por lo tanto no sea aceptado por el pueblo la libre disposición de dinero por medio del comodín de la subvención.
No sabemos si Rafael Velasco ha dimitido como un gesto de corrección política o si lo ha hecho por cobardía ante lo que se pueda seguir descubriendo a la hora de ir conociendo datos. Desde luego cuando explicó antes de su marcha en rueda de prensa un poco todo, parecía que él no tenía nada que ver, y que simplemente era un espectador más. Después de su dimisión no se puede seguir afirmando lo mismo, seguramente no será un mero espectador, por lo que llamar a esa dimisión un gesto de honradez política no es correcto.
Ahora bien, como decía al principio, y como es evidente, el protagonista no es Velasco, sino su mujer. Ella es la directamente afectada y ella seguramente es quien ha recomendado a su marido que lo deje todo por su hijo y por ella misma. Y ese gesto de ella y la obediencia de él los si suscitan honradez.
De tal forma que, por muy manchado que esté ya el que han llamado el «delfín socialista» por la elocuencia de los hechos relatados poco cuestionables y poco sorprendentes, recupera algo de dignidad por otro lado gracias a su mujer. Esto es así porque incluso el propio PSOE prefiere no seguir tocando el tema, ni defender a Velasco, porque ha dimitido sin que haya ningún tipo de cacería política, ya que ésta no es la causa de su retirada.
El PSOE le ha dejado dimitir sin retenerlo y además no ha defendido nada o casi nada a su fichaje prometedor, por cierto de la mista tanda que Leire Pajín -a la que no se le puede decir nada de morritos pero sí de masturbito-. ¿Dónde acabará la carrera de ésta sabiendo los líos que ya tiene su madre?
Honra merece,