Este fin de semana, desde el jueves tarde realmente, he estado realizando el curso de cristiandad nº 954 del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Córdoba. Bueno realizando no es la palabra, más bien sería recibiendo. Por eso ha estado más días de la cuenta desatendido este blog, y bastantes cosas me he encontrado a mi vuelta de las que hablar. Ahora hablo de esta pero seguro que luego vendrán las otras.
Había hecho ya antes un curso parecido, un retiro espiritual, pero éste ha sido más intenso, más revelador y emocionante. Como decía se recibe, se recibe de todo en mucha cantidad.
- Se reciben vivencias de los otros compañeros.
- Se reciben sus historias, sus problemas, sus esperanzas, sus retos y sus éxitos.
- Se recibe cordialidad y amistad de los organizadores.
- Se recibe ejemplo de sacrificio.
- Se recibe lo que no se puede expresar, como decía una compañera.
- Y todo lo que se recibe aumenta la fe de forma incuestionable.
El menos creyente o el más impasible se va del curso con otra concepción de su propia vida. Por eso yo se lo recomendaría sobretodo a quienes no quieran ir, incluso a los que quieran ponerse a prueba, y por supuesto a los que creen ser «cristianos practicantes» como yo.
Ojeando en Internet, he encontrado además testimonios de gente de todo el mundo. Hasta ya he recibido algunos testimonios de mi propio grupo que son muy, muy fuertes. Espero que con ellos me sea más llevadero el 4º día.
Desde aquí un saludo para todos los cursillistas.
El cursillo 954,